14/02/2024
Por: Ammi Daniela Luna
Ilustración: Juan Pablo Santana
Para muchos el amor es un sentimiento, para otros es una decisión e incluso hay quienes piensan que es un desperdicio de tiempo. Sin embargo, el amor tiene una característica indiscutible y es que sobre todas las cosas se trata de una reacción química tan poderosa que es capaz de impactar todas las esferas de la vida de una persona con tan solo un destello de neurotransmisores que indiquen el inicio de este proceso termodinámico.
Si bien el amor no se ve, definitivamente se siente y el cerebro lo sabe muy bien. En este sentido, el proceso de enamoramiento atraviesa una serie de etapas que llevan a que se despliegue un ejército de hormonas, feromonas y neurotransmisores como la oxitocina, dopamina, cortisol, serotonina, entre otras, que se comunican entre sí para permitir la adecuada materialización del amor en el comportamiento humano.
Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado, el director encargado de dirigir la “orquesta” emocional en el cerebro es el sistema límbico, también conocido como el cerebro emocional. Todo comienza en la etapa de atracción, donde se elevan los niveles de cortisol y disminuye la serotonina generando estrés, por lo que el corazón palpita más rápido, sudan las manos y se experimentan movimientos peristálticos intestinales, mejor conocidos como “mariposas en el estómago” y así, sucesivamente se generan reacciones en cadena dependiendo la etapa en la que se encuentre el afectado.
A pesar de que las sustancias involucradas son numerosas, las más relevantes son la dopamina y la oxitocina. La dopamina genera un sentimiento de euforia y activa un sistema de recompensa que trae como consecuencia la sensación de necesidad de esa persona amada. Por otro lado, la oxitocina es conocida como la hormona del amor y le permite al cerebro sentir cariño por la otra persona, pues, se libera con el contacto físico y trae consigo la percepción de seguridad (Zschimmer y Schwarz, 2022).
Para nadie es un secreto que el amor cambia vidas, pero sobre todo la manera en la que se vive. Dado que, lo que un día era irrelevante se convierte en importante, el futuro deja de ser aterrador y el presente se convierte en la mejor canción y el único requerimiento es un estímulo que se transforme en una descarga química. Los sentimientos no nacen del corazón, sino de una reacción que se concreta en una conducta.
Para concluir, vale la pena mencionar que el cuerpo humano funciona como una máquina perfecta donde ninguna sustancia sobra ni falta y todos los componentes están sistematizados de manera funcional. En este sentido, el amor es un asunto que la mayoría del tiempo sobrepasa el superficial entendimiento humano, pues parecería ilógico creer que el amor no es un tema que se pueda reducir exclusivamente a una emoción. Con razón dice el dicho que uno no es quien escoge de quien enamorarse, porque al final del día, según la ciencia, no eres tú, es tu cerebro.
Referencias
Camacho, I. (2024). ¿Qué es el amor? Respuestas desde la biología. ¿Cómo ves? https://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/147/que-es-el-amor-respuestas-desde-la-biologia
National Geographic, (2023). ¿Qué es el amor según la ciencia? https://www.nationalgeographicla.com/ciencia/2023/02/que-es-el-amor-segun-la-ciencia
Zschimmer y Schwarz. (2022). La química del amor: no eres tú, son mis neurotransmisores. https://www.zschimmer-schwarz.es/noticias/la-quimica-del-amor-no-eres-tu-son-mis-neurotransmisores/
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